Hoy como buena dominguera urbana he salido a pasear por nada menos que dos parques de la ciudad. Bucarest puede crear la sensación errónea de ser puro hormigón y asfalto. Al contrario, tiene muchos rincones de ocio que aunque no sean 100% verdes, al menos dejan al ciudadano tomarse un respiro del caos que hay en el exterior.
Cuando el tiempo es bueno, estos lugares se llenan de gente y niños, principalmente los fines de semana. No recomendaría visitar estos sitios un domingo si lo que se desea es algo de relax, pero como curiosidad sociológica vale la pena darse un salto y ver a la multitud disfrutar de su día libre. Toda una experiencia.
La primera parada fue el Parque Nacional (Parcul Naţional). Se trata de un parque pequeño e íntimo con lago incluido lleno de distracciones sobre todo para los niños. Me pareció un lugar simpático porque estaba perfectamente organizado en secciones para todos los gustos: área con mesas de ping-pong, zona de juego de ajedrez, canchas deportivas, parques infantiles, piscina de pelotas, camas elásticas, paseo en barca, zonas para juego libre con pelota: voleyball, fútbol... Existía diversidad para todos los gustos. La "deportividad y dinamismo" de este parque se debe probablemente a que en él se encuentran el Complejo Deportivo Nacional (Complexul Sportiv Naţional) y la Casa del Fútbol (Casa Fotbalului) que es sede de la Federación Rumana de Fútbol.
El segundo parque se llama Parcul Alexandru Ion Cuza también llamado Parcul Titan o Parcul IOR. Es uno de los parques más grandes de la ciudad y tiene también un gran lago llamado Titan. Este lugar me ha sorprendido bastante, no sólo por sus dimensiones sino por su estética. Ni siquiera la lluvia de cáscaras de pipas escupida por los transeúntes parecía alterar el aparente buen estado de conservación del parque. Esto no significa que el parque sea el ejemplo a seguir de los espacios verdes urbanos, en cuestión de limpieza a Bucarest y a sus parques les queda un largo camino por delante.
Hoy el día estaba amenizado para los que pasaran por el Parque Titán con orquesta y comida tradicional y no tan tradicional: quesos, mici, cârnaţi (chorizos), perritos calientes, pescado frito, gogoaşe (masa de harina y azúcar frita que puede estar rellena), Kurtos Kolac ( http://en.wikipedia.org/wiki/K%C3%BCrt%C5%91skal%C3%A1cs ), clatite (crepes), etc, etc. Toda una locura para los sentidos. La gente se amontonaba haciendo cola atraídos por los distintos aromas enloquecedores que salían de los puestos de comida.
En Bucarest los parques los domingos pertenecen a las familias. Cáscaras de pipas de girasol, bicicletas que intentan hacerse paso entre la multitud, patinadores, cochecitos eléctricos conducidos por enanos de 50 cms, carritos con bebes, barrigas felices ... Esta fotografía cambia radicalmente a lo largo de la semana y por estaciones. Quizás sea la de mayor hilaridad y regocijo para los bucurestinos, se siente su satisfacción. Para mí es la más loca y puede que incómoda, pero para gustos colores ¿no?
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